Reportajes

Googleplex: El Cerebro

El éxito
Louis Monier, creador del buscador Altavista, el líder hasta que apareció Google, trabajaba para su antigua rival. Y explica: "Buscar es una actividad central en Internet, está en su mismo origen. Pero buscar es un término muy simple para describir una actividad muy complicada". Pongamos un caso simple; un internauta introduce la palabra "Saturno" en su buscador. Espera que sepa discernir si se habla de un planeta o una marca de autos, si busca comprar o vender, quiere documentos o imágenes. Antes de Google, además, los buscadores se limitaban a organizar los resultados por el número de apariciones de la palabra en una página, y no por la importancia de ésta.

Instalaciones de Google desde Street View

Los fundadores de Google investigaron cómo convertir la relevancia de una web en un algoritmo matemático. Volviendo al ejemplo, si uno busca datos sobre el coche Saturno, lo más probable es que quiera, en primer lugar, información oficial de la compañía, y no las miles de páginas que mencionan el planeta. Brin y Page decidieron que la mejor manera de determinar si una página era relevante para una búsqueda era premiar el número de veces que era enlazada por otra. Es probable, seguía el razonamiento, que las críticas o artículos que hablan del Saturno contengan enlaces a la página principal de la compañía, así que ésa es la más importante para el usuario. Fue la primera vez que un buscador introducía relevancia social además de conceptos tecnológicos.

Brin y Page convirtieron su idea en la patente 6.285.999 y, como fanáticos de las matemáticas, dedicaron su nombre al número que representa un 1 seguido por 100 ceros, aunque lo deletrearon mal "es googol en vez de google". Cuando se dieron cuenta, ya era tarde. La idea era un éxito total. El buscador funcionaba a la perfección, y la página era blanca, limpia, clara. Se cargaba a toda velocidad, en unos tiempos en que Internet andaba en taca-taca. Prescindía de publicidad (sólo después decidió insertar anuncios, siempre separados de la información) y funcionaba muy bien. Era una idea de ingenieros hecha para ingenieros cuyo secreto es que era tan simple y potente que los propios ingenieros empezaron a recomendárselo a sus madres. Miguel Cuesta, que edita desde hace cuatro años un blog dedicado por entero a Google, explica: "No fue necesario ni un centavo para darlo a conocer. El boca a boca de los usuarios fue la única herramienta de marketing y la principal garantía de su éxito". Ese éxito se ha traducido en 380 millones de usuarios al mes, 9.000 millones de dólares en ventas y un valor en Bolsa de 145.000 millones.

Google gana su dinero gracias a los anunciantes que compran palabras en el buscador. Así, por ejemplo, si un internauta introduce la palabra "auto" en Google, verá los "enlaces patrocinados". Las empresas que se anuncian allí han pujado por esa palabra, lo que significa que el precio de cada una de ellas es variable.