Cibercultura

TV Digital: ¿Programación de calidad?

Acercándonos a la llegada de la TV Digital Terrestre, estando expectantes ante las normas y plazos, y echándole un vistazo al informe "Desafíos regulatorios para la adopción de la televisión digital terrestre en Chile" de Sergio Godoy, surgenn importantes preguntas que giran en torno a cómo se configurará nuestra televisión pública.

Sobre la diversidad en TV
Aunque parezca mentira -luego de tanto revuelo con la famosa norma- la definición del estándar es sólo la primera parte de un largo trayecto. A esta decisión, se le agregarán otras que "afectarán por muchos años a la calidad de la programación y al desarrollo de la industria audiovisual chilena", según sostiene en su blog, Valerio Fuenzalida, académico de la Universidad Católica e investigador sobre televisión. En esta línea, una de las medidas más importantes que deberán tomar las autoridades es si se permitirá el ingreso de nuevos canales. Frente a esto existe el temor entre los operadores de que mientras más actores participen, menos dinero habrá que repartir (argumento de algunos canales que claramente apunta a evitar nueva competencia).

Sin embargo, una apertura del mercado podría ser mucho menos negativa de lo que piensan los mismos operadores. De hecho, el académico de la Universidad Católica postula en su bitácora que la oferta temática puede frenar la fuga de rating y publicidad: "La operación de los canales temáticos tiene costos más bajos que la operación de los canales generalistas, ya que transmiten repitiendo varias veces por día y por mes grandes segmentos de programas; y los costos son aún menores cuando son administrados por un mismo operador multicanal (.)".

Además, según Fuenzalida, "la TV está evolucionando hacia nuevos modelos de negocios, en donde la publicidad comercial será apenas una fuente de financiamiento (ya ahora mismo insuficiente); la convergencia permite nuevos servicios electrónicos y la TV se comienza a concebir no sólo como canal, sino como empresa multimedial".

Por otra parte, lo más importante de una eventual apertura es que los telespectadores podrían acceder a programas de mayor calidad: "Las definiciones para la TV digital con visión tecnológico-industrial pueden crear una gran oportunidad para diversificar la calidad programática y estimular el desarrollo de la industria audiovisual. Estas son decisiones locales que ya no pueden ser postergadas, y en donde las autoridades deberían pretender objetivos nacionales, más allá de la norma técnica, tendientes a mejorar la calidad programática ofrecida a la ciudadanía", concluye Fuenzalida.

Por esa misma razón, Ignacio Rodríguez, sonidista y audiovisualista, experto en tecnología, sostiene que lo central no es la norma en sí, sino cómo se efectuará su implementación: "Si le permiten a cada operador actual saturar un ancho de banda como el que usan hoy con una señal de HD (High Definition), sería un desperdicio de posibilidades. En cambio, si la autoridad implementa un modelo de multiplexes, donde un transmisor digital puede ser compartido por múltiples operadores, estaremos ante un escenario que favorecerá la aparición de nuevas señales, disminución en costos de transmisión y mayor oferta de contenidos".

Rodríguez postula que en las tomas de decisiones sobre la TVDT el único interés que debiera primar es el de la ciudadanía y, por ende, el modelo que se escoja debe asegurar la equidad en el acceso de contenidos de calidad.

¿Para qué digital?
Hoy en día, muchas de las promesas de la televisión digital ya son realidad gracias a otros medios. Los usuarios pueden acceder a imágenes de calidad con la tecnología de los DVDs, disfrutar de toda la interactividad del mundo con Internet (también se está desarrollando la tecnología IP multicasting para transmisiones por la red) e incluso se pueden ver programas desde el celular (servicio ultra publicitado en Europa a raíz del mundial de fútbol en Alemania).

Para Rodríguez la lógica de las normas está obsoleta antes de que la TVDT vea la luz, "pues lo que los usuarios queremos ya lo está proveyendo la tecnología sin necesidad de una norma nueva".

El experto analiza los intereses de dos grandes polos existentes en este escenario: los usuarios y los fabricantes. Por un lado, están los telespectadores que desean tener una mejor imagen, lo cual ya se satisface con el DVD "o sea, resolución estándar con calidad mejorada, la misma que hoy nos dan los sistemas de satélites y de cable". Y a ellos les da lo mismo qué norma hay detrás: "VTR podría estar usando DMB-T (el estándar chino) y nadie se daría cuenta".

Otro aspecto interesante es la interactividad, pero Rodríguez explica que ésta ya está cubierta por Internet y por otros sistemas como los Digital Video Recorder (DVR) -como el famoso TiVo- con los cuales se puede retroceder la televisión, repetir una escena, grabar, poner pausa, etc.: "Y, en este sentido, la norma también es irrelevante", afirma.

Ahora bien, para los fabricantes el estándar pasa a ser un tema central: "El impulso principal por desarrollar nuevas normas de TV se viene dando durante décadas por los fabricantes, que ven cómo se van saturando los mercados. Primero el color, luego la 'banda media' (canales de cable del 14 hacia arriba) y ahora la recepción digital, han permitido que nos sigan vendiendo nuevos televisores", sostiene Rodríguez.

Bajo esta lógica, los fabricantes lanzan productos tratando de tentar a la gente con promesas como la alta definición o la interactividad: "Pero lo que está pasando es que no hay demanda masiva ni por la interactividad ni por ese incremento de calidad", afirma Rodríguez.

Más allá de toda norma y de los problemas con las compatibilidades entre los aparatos, en esta discusión se juega el futuro de la televisión. Los expertos concuerdan que todo debiera apuntar hacia una mejor programación: "Si la TVDT ofrece los mismos contenidos ya disponibles por modalidad terrestre analógica, aunque sea con mayor calidad técnica de imagen, no habrá interés en adoptarla", concluye Sergio Godoy en su informe "Desafíos regulatorios para la adopción de la televisión digital terrestre en Chile".

Y es que tenemos la posibilidad de hacer revolución: "Estamos ante la oportunidad de cambiar el modelo y eso es mucho más importante y delicado que escoger una norma u otra", sentencia Rodríguez.

Fuente: Mouse.cl

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