Cibercultura

La e-Therapy: Psicoterapia online

Interapy es una organización holandesa que creó un proyecto para tratar algunos cuadros psicológicos a través de la red. Aunque ha tenido buena aceptación y ha presentado resultados positivos en los pacientes, existen reservas sobre la posibilidad real de tratar a una persona sin haberla visto jamás.

Psicoterapia online

La rutina, el acelerado ritmo de vida, el escaso tiempo libre o la desocupación propician la aparición de problemas en algunas ocasiones, que requieren la ayuda de un profesional. De hecho, en Chile las cifras de consultas por trastornos psicológicos han aumentado durante los últimos años, siendo la depresión una de las patologías más diagnosticadas. Esta situación no sólo se da en nuestro país. Parece ser que estos problemas son parte de los costos de la vida moderna y afectan a personas del primer mundo como de países en vías de desarrollo como el nuestro.

Por ello, hay gente que está trabajando para desarrollar tratamientos que puedan servir para aliviar de estos problemas a los pacientes y a la vez, que se adapten al ritmo de vida actual.

Así lo hicieron los holandeses de Interapy, en conjunto con la Universidad de Amsterdam.

La e-therapy
El Instituto holandés de Estadísticas calcula que el 8 por ciento de la población de ese país está deprimida o lo estuvo en el pasado. También estima que los gastos por tratamientos psicológicos sobrepasan anualmente los 400 millones de euros. Frente a esta realidad, al profesor Alfred Lange del Departamento de Psicología Clínica de la Universidad de Ámsterdam se le ocurrió la idea de trabajar la e-therapy, es decir, tratamientos psicológicos vía internet.

En asociación con la firma Interapy, el profesor Lange desarrolló un método digital que dura doce semanas y sirve para tratar depresiones leves, síndrome de estrés post traumático y estrés relacionado con el trabajo.

El tratamiento se divide en cinco fases y tiene una duración promedio de dos meses en total. Para obtener resultados, los pacientes deben seguir cada una de las etapas de manera estricta bajo la supervisión de un tutor digital. Las terapias completas tienen costos en el rango de los 1250 a 1450 dólares.

Cómo funciona
"El 75% de las personas que ya han probado este método ha sido remitida a nosotros por un profesional y sólo el 25% son pacientes que se han inscrito sin la mediación de un psicólogo u otro tipo de médico" relata a Mouse, el director de Interapy, Allard Rietberg. "Cuando recibimos un caso, cuidadosamente chequeamos al cliente para saber dos cosas: si el tratamiento online le servirá -si el cliente sufre de sicosis por ejemplo, le recomendaremos terapia cara a cara-, y también usamos este análisis como un pre-test" explica Rietberg, "entonces podemos medir cuan efectivo será el tratamiento".

Si el paciente no es excluido en el proceso, debe llenar una planilla donde da su consentimiento para participar en el tratamiento, se le asigna un profesional y se le indica cuanto tiempo aproximado durará el tratamiento.

"El cliente y el profesional trabajan a través del protocolo" señala Rietberg, "éste permite medir el estrés, realizar ejercicios escritos para determinar la causa del estrés o del sentimiento de depresión, así como realizar ejercicios de relajación o para medir el comportamiento social", explica. Apenas estos son realizados, se lleva a cabo una medición sobre los efectos que el ejercicio ha tenido en el paciente y esta información llega a manos del profesional que lo está viendo.

En este proyecto, trabajan actualmente 25 psicólogos que trabajan para Interapy, más profesionales de la Universidad de Amsterdam y un staff de 10 personas que trabajan en áreas relacionadas con administración, desarrollo de software, desarrollo de productos y ventas.

Sigmund: sacúdete en tu cripta
Pero el método también ha recibido críticas. "Tanto la gente como los profesionales tenían ciertas reservas acerca de este método y hubo muchas discusiones al respecto" cuenta el profesional, "pero cuando publicamos los efectos de nuestro tratamiento en diversas revistas especializadas, el debate prácticamente cesó" indica. Consultada sobre el tema, la psicóloga María Elena Concha, de la Pontificia Universidad Católica de Chile piensa que es positiva su utilización para emergencias, "cuando no se dan las condiciones para tener a un terapeuta presente", explica. "Pero es importante que el terapeuta pueda ver al paciente y más aún, que el paciente pueda ver al terapeuta. El hecho de que se pueda sentir acogido es algo que se siente que va mucho más allá de la simbolización que tiene la palabra" indica la profesional.

"A mi parecer esta es una experiencia parcial, ya que se trabaja con la simbolización, o sea, la razón. Me parece curioso entonces que se use en depresión leve, que es un trastorno afectivo, precisamente donde el problema no está en la razón" señala.

Rietberg indica que hay otros desórdenes que pueden ser tratados online, como pánico, adicciones y desórdenes alimenticios, "mientras que otros , con una raíz más siquiátrica como la sicosis, depresión severa con riesgo de suicidio y la disociación no pueden ser tratados a través de éste medio" explica.

La psicóloga discrepa en relación a los trastornos alimenticios. "En estos casos hay una necesidad grande de ser como el resto, por lo que el contacto con el terapeuta es fundamental para sentirse aceptado y para poder después aceptarse a si misma" dice y agrega "este método es impersonal, que es una característica del mundo en que estamos viviendo. Pero no le cierro la puerta totalmente ya que si una persona está en una emergencia, siempre está bien que pueda recurrir a alguien".

Fuente: Mouse.

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